Los polígonos industriales de la Comarca, la opción técnica más viable para tratar las basuras

pamplona - Los residuos de la gran ciudad podrían terminar ocupando alguno de los grandes polígonos industriales de la Comarca de Pamplona semivacíos. La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona baraja diferentes alternativas para localizar las nuevas plantas de tratamiento de basuras y, en sus últimos esquemas de trabajo, ya se apunta al suelo urbano industrial ya “desarrollado” como la opción más factible. En un plazo “inmediato” para poder cumplir las diferentes normativas y sus propias metas el ente comarcal tiene que decidir ubicación y tratamiento de la materia orgánica y de la fracción resto, a “corto plazo” la zona de vertido, y a “medio plazo” el tratamiento de envases, previendo el cierre de Góngora (2023). “Las instalaciones de tratamiento, incluido el compostaje, son instalaciones industriales equiparables a cualquier otra actividad fabril”, subraya un informe interno. Y al respecto los polígonos existentes suponen la opción “más viable” para agilizar los trámites ambientales y urbanísticos y acortan el plazo total de puesta en servicio “en muchos meses, quizás años”. Entre los cinco tipos de suelo analizados, los polígonos ya preparados reciben la mayor puntuación en ubicación, en una banda de 0 a 5 puntos. En concreto, se evalúan un total de 17 criterios técnicos agrupados en ocho relacionados con el plazo (estudios previos, tramitación, adquisición, redacción de proyectos y construcción) y nueve con el coste económico (compra, urbanización de la parcela, medidas ambientales, logística y transporte, entre otros). Así, el suelo urbano industrial desarrollado que exija modificar el planeamiento para poder albergar este tipo de usos se puntúa en un segundo puesto, el urbanizable industrial en el tercero, el degradado (modificación de planeamiento) en cuarta posición, y el rústico, que también requiere una recalificación, en quinto lugar siendo las otras cuatro alternativas apuntadas en el informe. El grupo de residuos en el que participan representantes políticos y agentes sociales ha solicitado que se realice un mapa de los posibles emplazamientos industriales en el ámbito comarcal.

Otra cuestión que debate el llamado grupo de residuos es la posibilidad de “unificar” en un emplazamiento el tratamiento de residuos, es decir, materia orgánica, fracción resto y envases. “Previsiblemente permitirá que las instalaciones de tratamiento, en único emplazamiento compacto, puedan localizarse más próximos a la zona de generación de residuos. Se transportarían a vertedero sólo los rechazos”, señalan. “Los tratamientos, compostaje, fracción resto y envases son complementarias entre sí y cabe prever flujos de materiales de unas plantas a otras para optimizar el reciclado y el aprovechamiento de los materiales, así como la evolución en el tiempo de los volúmenes de las diferentes fracciones que llegarán a cada planta”, subraya. Supone menor coste de inversión por las “sinergias” entre instalaciones y menores costes de explotación, siendo la opción “más eficiente en términos medioambientales”. En cualquier caso, la primera decisión pasa por “desacoplar el tratamiento de las distintas fracciones del vertedero” lo que permitirá “promover de forma separada y con tramitación independiente la ubicación y construcción del nuevo vertedero; con más libertad para la elección del emplazamiento, del vertedero, y previsiblemente, con menos impacto social”.

materia orgánica Por otro lado, del estudio de participación ciudadana en la recogida selectiva (febrero de 2017) se deduce una “correlación débil entre concienciación y conducta frente a la separación y reciclaje”. El quinto contenedor es conocido por el 95% de los entrevistados. Son tres las razones que se apuntan para no separar: pereza (39%), falta de espacio (22%) y acceso a la llave (21%). El 96% además no tiene dificultad para depositar los residuos y un 95% no tiene problemas en el hogar.

línea de trabajo

Tercer punto limpio urbano en Burlada. Es una de las medidas recogidas en el documento de trabajo que maneja la Mancomunidd con una “posible financiación” del Plan de Infraestructuras Locales. Se contempla también la creación de minipuntos limpios, pendientes de definir su ubicación.

Separación en origen: obligatoriedad y sanciones “uniformes”. La ordenanza de residuos de la MCP ya plantea la separación como “obligatoria” y con un régimen sancionador, recuerda el mismo informe. No obstante, la aplicación de sanciones requiere la “implicación de otras autoridades”. La línea de trabajo propuesta pasa por el “compromiso con otras administraciones, en primer término las locales”, así como la imposición de sanciones “ejemplares” y/o “simbólicas”, con el compromiso político de su aplicación “uniforme en la comarca”. Por último, se habla de “análisis de resultados y, en su caso, modificación de la ordenanza”.

Tarifas: “evolución a un modelo de pago por generación”. Se plantea el “análisis” de costes del actual modelo (generación, recogida y tratamiento), y su traslado a tarifa.